La indumentaria de las Fallas de Valencia es un símbolo de la cultura y la tradición de la Comunidad, y ha evolucionado a lo largo de los años para adaptarse a las tendencias y necesidades de la sociedad actual. Además, el proceso de elaboración de los trajes tradicionales es todo un arte y requiere de habilidades, conocimientos específicos y años de experiencia.
El traje de fallera, por ejemplo, es una obra de arte en sí mismo. La falda de Fallera, que es la pieza principal del traje, es una pieza de seda plisada que puede llegar a pesar hasta 10 kilos y tiene un diámetro de más de dos metros. Además, cada falda lleva un dibujo diferente y único, lo que requiere de un gran nivel de precisión y creatividad en su elaboración.
Por su parte, el Corpiño de valenciana es una pieza de seda bordada a mano con motivos florales y geométricos. Cada uno puede llevar cientos de horas de trabajo y requiere de gran habilidad. El peinado típico de las falleras, el moño, también es parte esencial y puede llevar horas de preparación.
Por otro lado, el traje de fallero ha evolucionado significativamente en los últimos años. Antes era un traje de trabajo utilizado por los labradores (llaurador) de la región, pero ahora es un traje elegante y sofisticado. Los pantalones blancos y la camisa son similares al traje original, pero la faja y el pañuelo alrededor del cuello son ahora elementos decorativos que aportan elegancia al traje.
Además, la indumentaria de las Fallas no solo se limita a los trajes de fallera y fallero. También existen otros elementos importantes como las mantas Morellanas, los mantones, los zapatos y las peinetas, que complementan el traje y lo hacen aún más vistoso y espectacular.
Cada detalle cuenta; botones, cintas, puntilla, pasamanerías, barrecalles, calcetines de perlé, hilos, lentejuelas, …
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Varias personas acuden de los pueblos cercanos como Alzira, Carcaixent, Sueca, Alginet, Benifaió, Almussafes, Picassent, Albal, Sollana,
Cullera, Guadassuar, L'Alcúdia, Albalat de la Ribera, Llaurí, Polinyà de Xúquer, Riola, Corbera, Alberic, Tous, Catadau, Turís, Montserrat, Massalavés, Gavarda, Real de Montroi, Montroi, Barxeta, Barx, Canals, Xàtiva, Benifairó de la Valldigna, etc…
En conclusión, la indumentaria es parte esencial y fundamental de las Fallas de Valencia, y es un ejemplo de cómo la cultura y la tradición evolucionan y se adaptan a las necesidades y tendencias de cada época. Los trajes de fallera y fallero son verdaderas obras de arte que requieren de una gran habilidad y paciencia en su confección, y son un símbolo del orgullo que los valencianos sienten por su cultura y su arraigo a la tierra.
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